Cuatrocientos kilómetros no suenan a mucho, dado el ritmo que llevamos. Pero hoy han pesado. Ha pesado el calor, y seguramente el cansancio y el stress de ayer, atravesando Albania de forma más que precaria. La adrenalina secretada en cada bache y en cada piedra hicieron que no notáramos lo agotados que estábamos. Hoy, con el cambio de hora, hemos dormido una hora menos. Encima. Y si le sumas que el desayuno solamente lo servían hasta las nueve y media, pues más.
Los monasterios de Meteora. Una de esas fotos que guardas en la memoria cuando de chaval miras libros de gran formato sobre “Bellezas del Mundo” o “Grandes viajes”. Colgados de la nada, de peñascos imposibles y desafiando las leyes de la gravedad. Al menos sonaba estimulante para comenzar el día.
Aunque algo desanimado y agotado, iniciamos los escasos cuatro kilómetros que nos adentraron en un bosque de gigantescas peñas, como pequeños “Montserrats” o “Mayos de Riglos”, para entendernos. Y allí a lo alto, se podían distinguir un buen puñado de edificaciones. La masificación comienza a afectarlos. Agrandan carreteras, construyen parkings,… En lugar de emborregarnos con todos los turistas, conseguimos llegar a un lugar privilegiado desde donde se divisaban buena parte de los monasterios. Disfrutamos de ese momento de soledad hasta que… llegaron dos autocares que desembarcaron a toda una horda de turistas que lo invadieron todo. Así que programamos el GPS y salimos huyendo hacia Kavala, en la costa griega, y a solamente una jornada de viaje de nuestro objetivo, Estambul.
Cuanto más me acerco a Estambul, más me doy cuenta que en este mundo hay dos tipos de personas: a los que les gusta estar, y a los que les gusta ir. Por supuesto, yo me considero del segundo grupo. Y es que llegar a Estambul será reiniciar de nuevo una nueva ruta, una nueva aventura. Aunque a ciencia cierta se que es “volver” a casa, me gusta mucho más decir que iniciaremos una nueva “ida”. La Ruta de Occidente.
La ruta de hoy está aquí:
Etapa 10: De Meteora a Kavala, Grecia
EveryTrail – Find the best hikes in California and beyond
No olvides que no sólo es la aventura de ir y la de volver te falta la aventura de ir quedando con los amigos y contarles en persona las peripecias acompañados de una buena cerveza y con todo lo que tenéis que contar prepararos que yo voy dónde haga falta !