06JUL2017. LaRutaDeLasGaitas. Armadale

_smr1802Si algo estoy aprendiendo en este viaje es a no fiarte de las previsiones meteorológicas. ¡Y mira que yo uso aplicaciones fiables! VARIAS aplicaciones fiables. Pero en Escocia todo eso no sirve. Me desperté por la mañana algo enfurruñao; llovía y la previsión era que lo haría durante todo el día. La única buena noticia era que los dos días siguientes al parecer iban a ser secos. Salimos del hotel en Inverness lloviendo, pero la lluvia no ha durado mucho más que unas decenas de kilómetros. Fue llegar al Lago Ness y parar de llover. Y luego, durante todo el día se ha mantenido. A veces con muchas nubes, a veces con menos… Incluso a ratos hemos visto el sol. Y de lluvia… bueno, a última hora nos han caído cuatro gotas. Este es el clima escocés: va a tener razón ese dicho de que puedes tener todas las estaciones en un solo día…

El día se ha ido sucediendo a la par que los prioratos ruinosos como el de Beauly o los castillos pomposos como el de Dunrobin. Castillo tras castillo íbamos avanzando hacia el norte. Alguno no ha dado casi nada de sí, como el de Sinclair. Pero lo que no ha cambiado durante todo el recorrido han sido los maravillosos paisajes en cientos de tonalidades de verde, que si fuera chica incluso las podría haber distinguido todas ellas (ya sabéis, los chicos vemos como máximo el verde botella y el verde turquesa, que resulta que no es verde sino azul).

Y llegamos a John O’Groats. O como les gusta decir a los británicos, the end of the road. Para ellos el mundo se sitúa entre «el final de la carretera», en John O’Groats y  Sennen, donde está Land’s End o «el final de la tierra». Son los puntos más septentrional y austral de la isla. Y el resto del mundo se las trae floja. Ole tus güevos. Ponen señales conmemorativas, tiendas de recuerdos y nosécuántos carteles. No tanto como Nordkapp en Noruega, pero la sensación cuando llegas a John O’Groats es parecida. Y nosotros que tenemos en España el punto más al sur del continente y no lo sabemos explotar… Aish.

En este viaje también he aprendido a valorar los Bed and Breakfast. Nunca me he sentido cómodo durmiendo en casa de nadie. Como que me sabe mal molestar. Y un B&B es exactamente eso, dormir en casa de alguien. Claro, que con lo que pagas, como que algo de derecho a molestar debes tener… Pero nunca ha sido una de mis primeras opciones a la hora de buscar alojamiento. Pero por alguna zona de las highlands escocesas es la única opción válida. Y la de hoy, en Armadale House es excepcionalmente válida. Una casa antigua, pero exquisitamente reformada por dentro. Renovando parte de lo antiguo y restaurando el resto. Habitación amplia, muy amplia. Trato exquisito. Por primera vez me siento cómodo en casa extraña.

Mañana cumplimos la primera semana de viaje. Eso quiere decir que nos quedan aún unas cuantas. Esto no ha hecho más que empezar y ya estamos encantados con lo que nos encontramos por el camino. Y casi sin temor a equivocarme, creo que mañana habrá más y mejor. Seguro. Y vosotros que lo veáis. Bona nit. Click.

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