De Skopje al Lago Ohrid. La Ruta Adriática. 13

A ver, que llevo 3 meses planificando este viaje y va y resulta que desayunando hoy decidimos cambiar todo el itinerario de hoy. Eso antes me asustaba, necesito llevarlo todo planificado. Pero cuando el resultado de la improvisación es bueno, la satisfacción es mayor. Y es que me encanta que los planes salgan bien, sobre todo cuando son improvisados.

Comenzábamos el día en Skopje lloviendo. Que si nos ponemos los chubasqueros, que si no… Que si vamos a buscarlos a la moto, que si patatín patatán… Pasó lo que suele pasar: que cuando al final te subes en la moto ya no llueve más. Y tiramos hacia Tetovo para volver a visitar su mezquita de los naipes. Ya la vimos en un viaje anterior, de hecho en lugar de hacia el oeste lo planificado era ir hacia el este… pero al final decidimos que no, que volvíamos a verla y a intentar entrar. Pero que si velo por aquí, que si quitarnos las botas por allá,… habíamos dejado todo en las motos sin atar,… que si entraba un grupo con mucha gente con lo pequeño que es la mezquita… Que la hemos dejado para otro viaje, vamos.

Seguimos por una concurrida carretera que llega hasta Ohrid, pero nos desviamos por la R1305 hacia Bitola. Pedazo de carretera, con un buen puñado de kilómetros recién asfaltados donde hemos disfrutado de lo lindo con las Ducati. Un nuevo desvío, una carretera de montaña y llegamos a Krushevo, colgado de las montañas y con medio Macedonia a sus pies. Allí tienen un monumento conmemorativo a la lucha por la independencia del país del imperio Otomano, y por extensión a los caídos en todas las guerras: el Makedonium. Parece una maza de guerra o una bomba que explota… pero a mi me sigue pareciendo un COVID…

Volvemos sobre nuestros pasos volviendo a circular por la R1305, pero ahora con algo más de precaución porque comienza a llover. Paramos en un remoto pueblo, Zeleznec y Belén se come unas cuantas ciruelas de un árbol… En ese momento soy consciente que será feliz el resto del día.

Ohrid nos depara un bonito paseo por sus empinadas callejuelas de la ciudad antigua hasta llegar a una preciosa vista de la Iglesia de San Juan de Kaneo sobre el precioso lago Ohrid.

Después, bordeamos el lago hasta llegar a Sveti Naum, en cuyo monasterio tenemos hoy hotel. Tras algo de nervios para encontrar la entrada al hotel cargados con todo el equipaje y disfrutar de un raro arcoíris triple, conseguimos cenar en un pequeño restaurante junto al lago donde ya estuvimos en otro viaje y donde parece que del lago sale permanentemente un intrigante humo misterioso. Mañana entraremos en Albania y la recorreremos durante todo el día hasta embarcarnos en Dürres rumbo a Bari. Así que puede que no podamos subir la crónica. De todas formas, hasta mañana.

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