La Ruta Germánica – El vídeo

Este verano nuestro viaje ha sido corto, de menos de diez días. Pero no por eso hemos dejado de visitar cosas muy recomendables. Viaje intenso y variado, pasando por Alsacia, la Selva Negra, el oeste de Alemania, Holanda, Bélgica y algunos pueblos del Perigord francés. Completito, vamos. Al ser la ruta corta no he querido hacer crónica diaria (para eso tenéis las de Belén en su blog super fresco y espontáneo). Pero aquí tenéis el vídeo de nuestro viaje. Nosotros nos echamos unas cuantas risas, así que espero que os guste.

 

Por cierto, en nada tendréis el track de la ruta y el cuaderno de viaje (que esta vez está saliendo espectacular). Así que atentos!

La Ruta de los Pirineos. Agosto 2018

IMG_1568Ya no sé cuántas rutas de los Pirineos llevamos, unas cuantas. Pero es un destino donde puedes encontrar paisajes que quitan el hipo, pueblos de montaña con encanto, y sobre todo -y eso era lo que buscábamos esta vez- temperaturas agradables en verano.

Pero el viernes fue día de tormenta veraniega, y tuvimos que anular algunos de las visitas previstas para no exponernos mucho a la lluvia. Incluso tuvimos que pasar unos minutos en un bar de Torà esperando que pasara el frente fuerte de tormenta. Pero finalmente llegamos a Andorra incluso con tiempo de realizar algunas compras moteras. Y por la noche, la tradicional -para nosotros- cena en una pequeña pizzería donde hacen unas sopas de cebolla de muerte.

Por la mañana, y ya pasando frío en el Pas de la Casa, bajamos por la vertiente francesa con una copiosa niebla (no habíamos venido a por el fresquito? Pues TOMA DOS TAZAS!). El primer destino eran las grottes de Mas d’Azil, una cueva enorme -pasa la carretera y un río por dentro- muy similar a la Cuevona de Asturias, quizá algo más grande, pero con menos encanto. De todas formas, destino curioso.

IMG_1552Luego la idea era recorrer diferentes puertos de montaña del Pirineo francés, así que enfilamos el Portet d’Aspet, el Peyresourde y el Col d’Aspin. Pero lo más destacable fueron los pequeños pueblos en los que paramos o a descansar o a tomar un café, que nos sorprendieron sin esperarlo, como deben ser las sorpresas: Saint-Girons, con su relajante río, su mercadillo y bullicio, o luego Bordères-Louron, por citar alguno.

Nos saltamos el Tourmalet, ya algo cansados, para llegar a Lourdes a una hora decente. ¡Qué cantidad de gente! De todos los países imaginables. Peregrinos MUY entraditos en años que paseaban entre las callejuelas repletas de tiendas de merchandising católico con sus sillas de ruedas… Cenamos estupendamente unas galettes bretonas en L’Epi d’Or y luego nos acercamos a la basílica para ver a cientos de fieles con sus velas rezando a la caída del sol…

IMG_1561Y el domingo, de vuelta. El Portalet siempre reconforta, con sus espectaculares vistas, sobre todo por su lado francés. Y después, dos pequeñas perlas, la iglesia de San Juan de Busa, una peculiar iglesia románica, y el monasterio de Santa María de Obarra, que a pesar de ser más grande, no me pareció una visita recomendable.

Y así acabó el día, esperando ya al próximo fin de semana, donde nos adentraremos ya más a las profundidades de Europa. De momento, ya sabéis que en el apartado Libros de Ruta de este mismo blogtenéis disponibles el track de esta ruta y el pdf de nuestro cuaderno de viaje.

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La Ruta de la Camarga, 2018

IMG_1473Siempre que podemos, volvemos a la Camarga. No es más -ni menos- que la desembocadura del Ródano, cerca de Marsella. Para el que no lo conozca, es un espacio natural con multitud de lagunas, aguarales, salinas y fauna salvaje donde abundan hasta flamencos. Y también lugares de interés artístico. Un todo en uno.

La sorpresa de esta nueva visita fue Montpellier. Habíamos dormido ya en algunas ocasiones, pero nunca nos habíamos adentrado en el casco antiguo. Y es espectacular. Callejones pintorescos con infinidad de restaurantes y terrazas repletas -al menos en verano- de gente. Bullicio y alegría por las calles. Un acierto.

El recorrido de esta ruta une los principales lugares de la Camarga, como fueron Le Grau-du-Roi, con su puerto prácticamente integrado en el pueblo que lucía un interesante mercadillo, la siempre interesante ciudad amurallada de Aigues-Mortes, la costera población de Saintes-Maries-de-la-Mer, los enormes estanques de Vaccarès o Fangassier o los tranquilos y delicados canales de Martigues.

IMG_1486Ya por la noche, Arles y su fantástico circo romano, o los lugares inmortalizados por Van Gogh como son la Place du Forum o el puente de Langlois no decepcionan.

IMG_1524Os dejo, en la página de Roadbooks el track de la ruta y nuestro cuaderno de viaje, con impresiones y dibujos rápidos de lo que vimos en esta ruta.

Cuaderno de viaje

ftoLa verdad es que me sorprendí a mí mismo comenzando a garabatear en mis cuadernos de viaje. Y me sorprendió más si cabe que tuvieran aceptación cuando mostraba alguno de los dibujos y anotaciones. Por eso me decidí a compartirlos de una manera que puedan ser contemplados tanto por estética como por la utilidad de su contenido. En el apartado Libros de Ruta de la página principal iré colgando los pdf de los próximos cuadernos, e incluso reeditaré alguno de los antiguos que tengan interés. Además los acompañaré de otro detalle también demandado, los tracks de las rutas, para los que queráis basaros en mis rutas, o parte de ellas.

Es un primer paso a compartir esos cuadernos, pero estoy abierto a cambios si  se os ocurre alguna otra manera de hacerlo.

De la A a la Z: Cantabria

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No sé qué tendrá el Cantábrico que enamora. Igual que pasó con Asturias, y que posteriormente pasará con el País Vasco, son provincias en las que disfruto mucho las rutas. Los paisajes verdes que contrastan con el azul profundo del mar, las montañas a pocos kilómetros de la costa, o la comida -denominador común en toda la península- deben ser la causa.

santillanaPara llegar a Cantabria, a no ser que lo hagas por la costa, implica atravesar algún puerto. El del Escudo es mítico, pero el Alto de las Muñecas te llevará a Castro-Urdiales, con su faro-fortaleza para comenzar la ruta costera. Laredo, Santoña  con el fuerte de San Martín y sus marismas con ese penetrante olor a mar, la espectacular Santillana del Mar, uno de los pueblos más bonitos de España, o Comillas con su «capricho» de Gaudí serán muy buenos lugares para hacer una visita. O San Vicente de la Barquera, con su impresionante puente sobre la ría, así como otras preciosas rías con sus playas de arena blanca como la de Tina Menor.

Si hablamos de Santander, me quedo con su Palacio de la Magdalena, la mítica playa de El Sardinero, suIMG_2325 plaza Porticada, la Catedral o el edificio del Banco de Santander. Y para cenar, unas anchoas y una lubina en «La Bombi». Dormir es un lujazo en una habitación con vistas al mar en el hotel Chiqui en el Sardinero.

Pero Cantabria también son montañas. El nacimiento del Ebro en Reinosa, o sobre todo la parte occidental de los Picos de Europa, donde destacan el desfiladero de La Hermida, la magnífica ermita de Santa María de Lebeña o llegar a Potes y visitar el cercano Monasterio de Santo Toribio de Liébana. O seguir hasta Fuente De y coger el teleférico para un impresionante panorama de los Picos. Y de camino a León, el espectacular puerto de San Glorio con su oso de piedra.

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Y me quedan muchas cosas en la lista de próximas visitas, como Liérganes, el palacio de las Fraguas en Arenas de Iguña, Bárcena Mayor, Valle, el parque de sequoias del monte Cabezón, el parque natural de Cabárceno, Tudanca, Cosío o Carmona. Así que como podréis comprobar, uno de nuestros próximos viajes, en cuanto el tiempo tanto atmosférico como agendil nos lo permita, será volver (por cuarta vez) a Cantabria. ¿Alguna sugerencia?

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De la A a la Z: Cádiz

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Cádiz tiene un significado especial para mi, porque de ahí proviene el 50% de mis genes. Pero como suele pasar con las provincias de las primeras letras del abecedario, está demasiado lejos como para poder profundizar en todos sus encantos. Tengo la sensación de haber pasado de puntillas por ahí, pero a pesar de ello guardo muy buenos recuerdos de esos viajes.

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Cádiz capital tiene una imagen mítica donde podemos observar su peculiar situación geográfica, casi completamente rodeada de agua. Y es que ver esa catedral con esos colores ocres y blancos tan típicos aparecer tras un interminable paseo al borde del Atlántico es de esas imágenes que se te clavan en la retina. Además, el castillo de San Sebastián y los múltiples baluartes defensivos nos dan una idea de la importancia de la ciudad en siglos pretéritos. No en vano por aquí llegó a pasar el meridiano cero cuando el Imperio Español dominaba el globo terráqueo casi por todos sus rincones. Para llegar a la ciudad, si no quieres rodear la bahía debes tomar uno de los dos larguísimos puentes, siendo el de la Constitución sin duda el más bello.

IMG_2786Mención especial por la zona tiene el Puerto de Santa María donde nació y creció mi padre. El castillo de San Marcos, la Iglesia Mayor con una puerta plateresca muy interesante o las famosas bodegas Osborne son paso ineludible.

Si seguimos la costa encontramos diversos puntos geográficos que me interesan especialmente, como son el Cabo Trafalgar, frente al cual se libró la famosa batalla, o Tarifa, a la postre el lugar más austral del continente europeo. Y para llegar a ellos, no te pierdas la carretera que atraviesa el mágico pinar entre Caños de Meca y Barbate, o Bolonia con su duna y sus ruinas romanas. Y el Mirador del Estrecho, que a pesar de estar a unos cuantos kilómetros de la costa, desde él se puede admirar el estrecho de Gibraltar, el peñón e incluso la costa africana.

IMG_2728Pero si algo me llevó a conocer Cádiz en moto, son sin duda las carreteras y los pueblos blancos de su serranía. Limítrofe con la quizá más famosa de Ronda, tiene unos atractivos impresionantes. Porque presenta pueblos como Setenil de las Bodegas, donde las calles se tornan cuevas, Grazalema que da nombre a la sierra, Ubrique que debería ser famosa por su belleza en lugar de por su torero, Alcalá de los Gazules o quizá el más pintoresco de todos, Arcos de la Frontera, encaramado a un risco cresteándolo con sus casas encaladas.

IMG_2778En definitiva, no te pierdas una provincia en la que se disfruta tanto en su costa como en sus montañas. Tanto en sus bodegas de fino y manzanilla como de tapeo, con un cazón en adobo que quita el sentío.

De la A a la Z: Cáceres

SMR_20101012_SurDeEspaña_156-300x199Después de la turra que os di en el post pasado con Burgos, esta semana va a ser bastante más ligerito. Y es que Cáceres puede tener muchas cosas buenas, pero tiene una fundamentalmente mala: está muy lejos de casa, y no me es posible planificar un fin de semana en condiciones por la zona. Así que, como me ha pasado con otras provincias, nuestros viajes por Extremadura han sido mero trayecto aprovechando, eso sí, para ver alguna que otra cosita (pocas).

De Cáceres capital destaco por supuesto su casco antiguo, repleto de callejuelas, palacios e iglesias que se atiborran a un lado de la plaza Mayor. El turismo es intenso en esta zona, y hay que saber encontrar los rincones para tapear o para descubrir esa foto mágica. No te vayas de allí sin degustar unas tostadas con torta del Casar, para mi uno de los mejores quesos de España (¡y mira que me gustan todos!). En Cáceres he estado un par de veces, una por trabajo en un congreso, y otra hace más de 7 años volviendo de Andalucía. Mucho calor, mucha gente y unos feos focos que por la noche se vuelven imprescindibles para iluminar toda la zona monumental, pero que por el día afean y mucho todo el entorno.

IMG_0262De Trujillo soy un enamorado, y vuelvo siempre que puedo. De hecho hace pocos meses dormimos allí sin pasar por Cáceres, solamente para admirar nuevamente su plaza Mayor con la estatua de Pizarro, la iglesia de San Martín o los palacios de los juzgados y del marqués de la Conquista. Todo concentrado en una plaza donde se respira historia por los cuatro costados. Y si de comer se trata, el restaurante Hermanos Marcelo, en la calle Tiendas junto a la plaza, ofrecen una relación calidad-precio inmejorable. Para dormir, el Eurostars Palacio de Santa Marta sin duda: lujo de cuatro estrellas a precios de derribo.
IMG_1734 Y otro de mis lugares emblemáticos es el Puente Romano de Alcántara, que descubrí casi por casualidad volviendo de Portugal y que volvimos a visitar cuando regresamos hace unos meses a Lisboa. Impresionante mole de piedra de milenios de antigüedad, que queda algo afeada por la enorme presa del embalse, pero que se puede evitar fotografiando con cuidado.

Como véis, debemos volver a Cáceres urgentemente, ya que es un territorio prácticamente inexplorado para nosotros. De momento, en mi lista de futuribles, tengo el Monasterio de Guadalupe, Granadilla, Trevejo y Valencia de Alcántara. ¡Te invito a que completes esta lista en los comentarios!

De la A a la Z: Burgos

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Y llegamos a una de mis provincias favoritas. Burgos es un pozo sin fondo de poblaciones, paisajes y arquitectura por conocer. Riquísima en todo. Por más que planifique fines de semanas recorriendo sus carreteras, nunca me dejan de sorprender los lugares ya conocidos y siempre descubro alguno que aún estaba sin conocer. Comencemos por la capital, Burgos:

IMG_0287De pequeño sentía una admiración infinita por dos lugares de la península, y uno de ellos era la Catedral de Burgos. Estrecha si la comparamos con otras joyas del gótico, pero elegante hasta el infinito. Sus intrincados arbotantes, agujas, arcos, etc. hace que valga la pena rodearla en toda su extensión, ya que por todos sus flancos nos sorprenderá. Su interior no desmerece en absoluto, con la elegancia propia del gótico y un claustro que bien merece pagar la entrada.

_SMR1207.NEFOtro de los lugares emblemáticos de la ciudad, vista a ojos de un niño, era la imponente estatua del Cid Campeador, cuya capa vuela al viento mientras cabalga a Babieca y blande su espada Tizona. Pero vamos, que igual este es una recomendación más sentimental que turística. Otros lugares de la ciudad pueden ser más interesantes, como la Casa del Cordón, el Arco de Santa María, el Museo de la Evolución Humana o ya más en las afueras pero aún en la ribera del Arlanzón, la Cartuja de Miraflores.

Y ya que estamos en la ciudad, hablemos de comer y dormir. Nosotros lo tenemos claro: siempre vamos al Hotel Silken Gran Teatro, un cuatro **** a unos precios supercompetitivos y muy cerquita del centro. Y si de comer se trata, el Restaurante Puerta Real, la Cantina del Tenorio (cuidado que creo que lo han cerrado), María Castaña, Restaurante La Favorita o Casa Pancho. Cualquiera de ellos no defrauda, tanto para cenas como para tapear.

Con la província de Burgos tampoco daremos a basto: justo en la frontera con el País Vasco tenemos el salto del Nervión, la caída de agua más alta de toda la península con sus 222 metros de altura. Ojo que depende de la estación del año nos lo encontraremos seco, como ya nos ha pasado a nosotros.

IMG_3130Otros lugares de interés son el Monasterio de Santo Domingo de Silos, una joya del románico del que no te puedes perder su claustro con su famoso ciprés, la villa de Covarrubias, con sus espectaculares casas con las vigas vistas, la colegiata de San Cosme y San Damián, la enigmática estatua de una princesa noruega o el torreón gótico de Fernán González. Cerca de allí, el monasterio en ruinas de San Pedro de Arlanza, que como todos los monasterios en ruinas es siempre muy interesante y fotogénico. Aunque no es el único que veremos en la provincia.

IMG_0091Ya de paso no estaría mal visitar Salas de los Infantes y su iglesia de Santa María, o los curiosos árboles fósiles de Hacinas. Pero si de paisajes se trata, me quedo con Orbaneja del Castillo y su cascada en medio del pueblo, a la vera de las hoces del Ebro y de sus formaciones cársticas que recuerdan a dos camellos besándose. Lerma es mucho más señorial, con el palacio convertido en parador, la Iglesia de la Ascensión o sobre todo la Colegiata de San Pedro. Una visita que no puedes perderte.

Pero si alguna zona de Burgos es mi favorita, son las Merindades. Su nombre ya destila a señorío, a medievo y caballería. Y allí tenemos infinidad de zonas de IMG_0607interés. Comenzando por Frías, quizá uno de los pueblos más bonitos de España, con su puente romano sobre el Ebro y su castillo encaramado en difícil equilibrio. Cerca, en Tobera,  se encuentra una pequeña pero coqueta ermita que también recomiendo. San Pantaleón de Losa es quizá uno de los lugares más pintorescos, con su ermita encaramada en una espectacular pradera encaramada a un risco. Espinosa de los MonterosMedina de Pomar, con su Alcázar de los Contestables y su calle Mayor donde encontrarás buenos bares para tomar una tapa o la tienda de ropa Viste.t  que regenta nuestra amiga Silvia.

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IMG_0541Uno de los lugares más mágicos de las Merindades es Ojo Guareña, donde podemos admirar la ermita de San Bernabé encastrada en las cuevas de origen cárstico del lugar. O Puentedey, donde el pueblo reposa sobre un puente de roca natural sobre el río Nela. En IMG_0542Sargentes de la Lora tendremos oportunidad de ver funcionando los únicos pozos de petróleo a bombeo de nuestro país. Como si fuera Texas. Y la ermita románica y muy elegante de San Pedro de Tejada, en Quintana de Valdivielso. O por último (para no extenderme más) el monasterio en ruinas (ya os dije que habría otro) de Santa María de Rioseco, que no os dejará indiferentes.

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A la zona de las Merindades hemos ido no menos de tres veces, pero aún tengo cosas apuntadas por ver, como el Valle de Valdivielso, con los cuchillos de Panizares o la cascada de Tartalés. Así que tenemos motivos suficientes para volver.

En definitiva, Burgos es una de mis provincias fetiche, del que me encanta su arquitectura, sus paisajes y su morcilla. Puede que no sea objetivo, pero… ¿quién lo es con las emociones? Y es que Burgos… emociona.IMG_0532